ENCARNA ANILLO

Gaditana, nacida en el barrio de Los Molineros, Encarna Anillo emprende su camino en el arte desde niña: Apadrinada por la guía de Juan Villar y vivenciando las voces de Mariana Cornejo, Carmen de la Jara o Juana la del Pipa, escaló peldaño a peldaño la escuela del flamenco, nutriendo una voz enarbolada por el amplio abanico del cante de Cádiz y los Puertos.

Desde muy joven comparte con natural talento y carisma los escenarios de grandes figuras del flamenco de la talla de Terremoto, Carmen Linares, Duquende y la Niña de la Puebla, entre otros.

A sus once años, Farruco eligió su voz para el baile de Farruquito, sellando una unión fundamental que recorrió tantos escenarios de España como del mundo, donde su cante también ha acompañado a bailaores como Andrés Marín, Belén Maya, Israel Galván y Concha Jareño.

Desde el año 2007 emprende su carrera definitiva en solitario, con el éxito obtenido con su primer disco, «Barcas de Plata» y su reciente trabajo, que comparte con su hermano José Anillo: «Voz de Agua, Voz de Viento».

Con una trayectoria que se nutre desde las vivencias de su Cádiz natal y sus pasos por Sevilla, pasando por un festival de Cosquín en Argentina con 9000 espectadores y llegando a sus recientes giras por Chile y Brasil, Encarna Anillo recupera la naturalidad y las verdades de su tierra, dialogando con el registro de una voz actual que interactúa en ida y vuelta con el mundo.

NACÍ CANCIÓN.

Encarna Anillo emerge como La Gades. Nació para contar sus historias en forma de canción y danza con el eco de una voz milenaria y enriquecida por más de 30 años de carrera. Hoy encuentra su lugar en el mundo y en la música, arropada, como siempre, por las principales figuras del flamenco contemporáneo.

La Gades es también el nombre artístico que la cantante abraza con el lanzamiento de su tercer proyecto solista, “Nací Canción”, donde revive un alma antigua, la musa de Cádiz, acompañada por artistas como Estrella Morente, Pitingo, Martirio, Jorge Pardo, Raúl Rodríguez, Pituquete, entre otros, delicadamente orquestados por la producción de Farruquito.

Envuelta por la música del mundo, la artista se lanza en un viaje musical a través del repertorio popular iberoamericano, creando un puente para fundir las tradiciones en un nuevo lenguaje.

Canciones, valses y boleros, con elementos vocales del flamenco y la guitarra latinoamericana, se funden en una nueva propuesta musical, como homenaje a los grandes autores que han influenciado su exploración artística y musical de sus últimos 10 años, transformando su música y expandiendo su voz para contar “Porque todo canto que no se cuenta, no traspasa el alma.”