Ernán López-Nussa
Imprescindible pianista latinoamericano de los últimos tiempos, etiqueta y dibuja el sonido de un país que se expresa y alimenta con música.
Sin su piano no se debe narrar la historia de la fusión que este continente proyecta sobre Europa y Estados Unidos. Sus presentaciones por todas estas rutas lo confirman.
La zaga de su sonido consiste en el ensamble de una depurada academia tonificada con el acento cubano y los estilos y rítmicos de su elegante pianismo. El touché de un músico no se aprende, se pule y educa. Ernán trajo en la sangre una dosis de virtuosismo evidente que hasta hoy alimenta con estudios, vivencias y restos de jazz.
Ernán López-Nussa es de aquellos pianistas que no mienten en la interpretación. Su transparencia y sinceridad, lejana al efectismo efímero lo ha llevado a ser un clásico contemporáneo que recuerda los auténticos días en que la música era sólo para legítimos buscadores de joyas en el Jazz.
Fundador del grupo Afrocuba, es un artista que ha incursionado en diferentes géneros, con especial énfasis en el Jazz.
Inició su carrera artística como miembro del grupo Afrocuba, 1977, que se desintegró en 1980, y volvió a formarse en 1981, período en el trabajaron con Silvio Rodríguez, quien dijo de Ernán: «Una de las cosas que más me conmueven de Ernán López-Nussa es como se acoplan en él lo singular y lo gregario. Es tan capaz de la exquisitez más callejera como de la cotidianidad más elaborada.»
Se ha convertido en uno de los jazzistas más genuinos de Cuba, con una interminable lista de obras de reconocimiento mundial.
Sacrilegio, del laureado pianista y compositor Ernán López-Nussa, obtuvo el Gran Premio Cubadisco 2014. El CD-DVD, publicado por la disquera Colibrí, establece universos paralelos entre las obras de Bach, Beethoven, Scarlatti, Lecuona y Cervantes y expande de una manera ingeniosa los límites entre el jazz y la llamada música culta.
Tras ganar el Gran Premio Cubadisco en el 2003 y 2012 con los fonogramas From Havana To Rio y Veinte Pianos respectivamente, Ernán se vuelve a alzar con el premio mayor de la discografía cubana con un álbum doble conformado por los discos Rondó y Molto vivo, que revela casi todas las dimensiones creativas de este instrumentista empeñado en tributar a la expansión de la música cubana con originales lenguajes que marcan importantes pautas en el ámbito sonoro local.